Enemigos íntimos

Cuando voy a un museo me da por pensar lo mismo. En los centenares de miles de capítulos históricos que han sucedido y que yo no conozco, ni siquiera de oídas, pese a que han sido trascendentales en las vidas de muchísima gente. Por fortuna los museos son los guardianes de la memoria y un azote para los que sufren de una amnesia premeditada. Salí con esta sensación de un memorial de la bonita ciudad de Nanjing, al este de China, en el que se narra con todo lujo de detalles gráficos la masacre cometida por los japoneses en 1937. Durante seis semanas la violencia se adueñó de la ciudad y la ocupación japonesa aniquiló de manera bárbara y salvaje 300.000 vidas. Y claro, sales sobrecogida y con el corazón en un puño ante semejante sinsentido. China y Japón, Japón y China. Casi vecinos en el mapamundi pero separados, no sólo por el mar, sino por un rencor histórico que todavía hoy sigue latente.

Esculturas del Memorial de la masacre de Nanjing. MIKEL BUTRAGUEÑO

Esculturas del Memorial de la masacre de Nanjing.
MIKEL BUTRAGUEÑO

Aunque su relación comercial es excelente, hay un par de temas que enturbian los lazos políticos y sociales: la peregrinación política anual al santuario Yasukuni de Tokyo se les atraganta a los chinos, ya que además de honrar a las víctimas de la II Guerra Mundial se recuerda a criminales de guerra que causaron matanzas como la de Nanjing.

China no perdona que, así como los alemanes reconocieron sus atrocidades durante las dos guerras mundiales, Japón apenas haya dado muestras de arrepentimiento. ¿Quizás orgullo japonés? Hace unos meses el alcalde de Osaka, Toru Hashimoto, justificaba la necesidad de esclavas sexuales chinas y coreanas para el ejército japonés: «Cuando los soldados se juegan la vida en el campo de batalla y quieres ofrecerles descanso, está claro que se necesita un sistema de reconforte, cualquiera lo entendería». Que alguien con esa posición tenga semejante chaladura mental le pone a una los pelos de punta…

Las réplicas de comida en los restaurantes son todo un arte en Tokyo. MIKEL BUTRAGUEÑO

Las réplicas de comida en los restaurantes son todo un arte en Tokyo.
MIKEL BUTRAGUEÑO

Y el otro tema delicado es el fronterizo, ya que las disputas por unas islitas aparentemente insignificantes han echado sal en esta herida que sigue sin cicatrizar. Un triste recuerdo del islote Perejil, que incluso obligó a España a desplegar sus tropas por sus desavenencias con Marruecos. Aquí ocurre lo mismo con las islas llamadas Diaoyu en China y Senkaku en Japón. Pero en este caso, estas islas son un goloso caramelo con gas y petróleo que ambos países reclaman para sí, aunque su propietario las vendió al Gobierno nipón, que las nacionalizó en septiembre de 2012.

El revuelo que causó en China fue todo menos anecdótico, y fuimos testigos de una ola antijaponesa alentada por el aparato gubernamental y sus editoriales panfletarios en la prensa del régimen. Restaurantes y tiendas de ropa japonesas tuvieron que cerrar sus puertas, y mastodontes como Panasonic, Honda, Canon… paralizaron la producción de sus fábricas en territorio chino por temor a represalias. Además se produjeron multitudinarias manifestaciones frente a la embajada de Japón. Curioso que el gobierno no hiciera nada por evitarlas, porque no olvidemos que aquí, por ley, están prohibidas las muestras reivindicativas. Contra el partido, claro…

Bucólica estampa del templo del Pabellón dorado en Kyoto. MIKEL BUTRAGUEÑO

Bucólica estampa del templo del Pabellón dorado en Kyoto.
MIKEL BUTRAGUEÑO

Muchos chinos recelan de Japón y no lo eligen como destino turístico, aunque recuerdan orgullosos que el idioma japonés tiene muchos préstamos del mandarín, al igual que su religión. Sin embargo, los que viajan allá generalmente vuelven encantados.La calle es ajena a estos vaivenes políticos y refleja una tolerancia mayor que la que las otras esferas promulgan. Los restaurantes japoneses en China cuentan con una clientela muy fiel, su tecnología es sinónimo de calidad y su ropa es muy apreciada. Y en Japón ocurre tres cuartas partes de lo mismo: hay muchos restaurantes chinos, en muchos comercios japoneses se puede pagar con tarjetas chinas, y las indicaciones de los monumentos o el menú de los restaurantes se pueden encontrar en mandarín. Aunque esto me da que, al igual que ocurre con otros países que ven el negocio del turismo chino, es más un señuelo para el yuan chino que una muestra de hospitalidad del hermano japonés.

Muchas mujeres de Kyoto llevan el tradicional quimono de geisha. MIKEL BUTRAGUEÑO

Muchas mujeres de Kyoto llevan el tradicional quimono de geisha.
MIKEL BUTRAGUEÑO

Acabamos de estar en Japón y hemos vuelto fascinados. Tokyo es otra megaurbe tan mastodóntica como Pekín, pero el caos es inversamente proporcional: es raro ver un papel o un escupitajo en el suelo; las avenidas están llenas de árboles; la gente es escrupulosamente educada y paciente en las filas; la comida es excepcional y segura, no tienes que preocuparte si la carne que comes ha sido adulterada; si te ven mirando un mapa ofrecen su ayuda raudos y veloces, y el cielo es de un azul tan sano que dan ganas de ensanchar los pulmones para acumular reservas de aire puro. Y la historia de Kyoto enamora, salpicado de parques y decenas de templos perfectamente conservados, que muestran la estrecha relación entre el budismo y el sintoísmo.

Pequeña parte de las cientos de arcadas del templo Fushimi en Kyoto. MIKEL BUTRAGUEÑO

Pequeña parte de las cientos de arcadas del templo Fushimi en Kyoto.
MIKEL BUTRAGUEÑO

Es un país asiático que carece del encanto caótico de otros de la misma región, pero que funciona de maravilla, tiene cientos de lugares históricos y mantiene un exotismo muy atractivo. Mi impresión general es que Japón respeta y cuida más a su gente, aunque también es cierto que a nada que rasques es fácil encontrar un afán de perfeccionismo que roza lo maniático o una presión laboral insoportable.¿Con cuál os quedáis?

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7 pensamientos en “Enemigos íntimos

  1. Yolanda

    Estoy totalmente enamorada de la pluma de Empekinada y más aún del fotógrafo que embellece día tras día sus post.
    ¡Magnífico Blog!

    • Con lectoras como tú da gusto escribir, chica…
      Muchas gracias por los piropos, Yoli!
      Aunque estoy contigo, las fotos son ESPECTACULARES. Y estas cinco sólo son la punta del iceberg, hay cada foto nipona alucinante…

  2. Rebeca Elizalde

    Obviamente, yo me quedo con Japón en cuanto a turismo. Pero la historia que has contado, y que yo desconocía porque nunca me había llamado la atención esa parte del mundo, es espeluznante. Las fotos, Mikel, son impresionantes. Michelle, ya ves que he empezado de adelante hacia atrás porque estaba muy atrasada. Así me pongo un poco al día. Besosssssssss!!!

  3. Buitre

    ¿Perfeccionistas los japoneses? Viendo la horterada de flor que le colocaron a Rajoy en su reciente visita a Japón. Me quedó con los chinos bonita.

  4. Mikel

    Gracias Yolanda! Pero en este blog las palabras valen más que mil imágenes!

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